domingo, 23 de marzo de 2014

El parque del Niño quemado.



Marco  Fabrizio Ramírez Padilla.


Cuando el  Circuito  interior  se monta sobre  el Peñón  de los  Baños   a unos cuantos  metros  del aeropuerto,  se observa un  pequeño parque  que  en  principio no tiene  nada  que lo haga  diferente  a  cualquiera de  los otros que  se encuentra  a lo largo y ancho  la  ciudad,  salvo, un  pequeño  monumento  que  le  da  nombre, se trata de  la  representación de   un  niño     cargando a  dos  pequeñas envuelto en llamas.  El parque se  llama  del  Niño  quemado.

Hace  casi sesenta   años  los  habitantes del  Peñón todavía se  referían   al  centro de   la  ciudad  como México,  la  manera  más  sencilla de  transportarse entre lo  dos puntos era a  través del servicio que  ofrecía una linea de  camiones. En   1959 uno de esos  camiones volcó y   comenzó a incendiarse,  algunos  pasajeros pudieron   huir, pero el  fuego  se  propagó   tan rápido que no  todos  tuvieron la  misma  suerte,   unas pequeñas  que  iban  dentro   del  camión  no pudieron  salir, pero para  su  fortuna,  José Luis Ordaz López  un  niño que había  sido testigo   de   la tragedia,  sin  dudarlo  se  lanzó al  rescate de   las menores.  La  heroica  acción libró a  las niña  de una  muerte  segura, pero le  costó  a José  Luis la  vida.





En recuerdo a ese  enorme  sacrificio  el parque lleva  oficialmente  el  nombre de  "Niño  quemado"Un  ejemplo     digno de  recordar, en  especial en  los  presentes   momentos  que nos  hacen  tanta  falta  conocer de personas  dispuestas   a   hacer algo     desinteresado  en  favor  de los  demás.

 Normalmente  los   espacios públicos son   designados sin ningún  pudor  con   nombres  de    funcionarios o políticos, que  al  no   haberse  ganado un  lugar en la memoria colectiva  por su adecuada  gestión o  el manejo cristalino  de lo fondos públicos,  quieren  dejar   huella  a  costa  de nuestros  espacios.  Por eso da  gusto  saber  que  por lo menos  un  parque se  salvo de ser  manchado  con el nombre de un  político.
   Aunque  para ser  sincero  me hubiese gustado más, que   en lugar  de  Parque del  Niño quemado se hubiera llamado simple  y  sencillamente  Parque  José Luis  Ordaz  López. como claro e  inequívoco  homenaje  a  tan inusual  persona.







jueves, 6 de marzo de 2014


Ética analógica para la enseñanza de la Historia en el bachillerato
Mauricio Flamenco Bacilio
Este texto surgió dentro del curso de Ética de la Educación con el Doctor Mauricio Beuchot Puente. En él se expone acerca de la función de la ética como rama de la filosofía dentro del desenvolvimiento docente, de manera más específica en la enseñanza de la historia en el nivel medio superior. Ciertamente la ética resulta fundamental para el buen desenvolvimiento de cualquier actividad profesional; en el caso de la didáctica la ética analógica se deriva de la hermenéutica analógica, donde se busca mediar a través de la prudencia entre lo unívoco y lo equivoco de los entornos sociales donde se desenvuelven tanto los jóvenes estudiantes como los docentes. Del mismo modo, el docente debe ser un icono o ejemplo a seguir. En cuanto a la didáctica  de la Historia, se debe retomar el deber moral de estudiar el pasado para comprender el presente, así como de buscar un discurso historiográfico incluyente para todos los sectores de la sociedad.

            El texto completo se encuentra en el libro: Estadios en el camino de la hermenéutica analógica coordinado por Napoleón Conde Gaxiola y editado por Torres Asociados.