Núria Gali Flores.
Con la derrota de la segunda República española en 1939, más de veinte mil españoles llegaron a México, para algunos fue una morada temporal, pero para la gran mayoría sería definitiva. Los recién llegados estaban integrados por distintos grupos regionales, los catalanes era el más numeroso y se caracterizaron no sólo por la búsqueda de los medios para vivir, sino también por la defensa y la promoción de su idioma y su cultura, proscritos en la España franquista. La producción de libros y revistas en Francia, México y demás países donde se exiliaron ayudó a salvaguardar y promover la identidad nacional catalana, creando también y sin tener la intención un sistema literario de exilio.
Con la derrota de la segunda República española en 1939, más de veinte mil españoles llegaron a México, para algunos fue una morada temporal, pero para la gran mayoría sería definitiva. Los recién llegados estaban integrados por distintos grupos regionales, los catalanes era el más numeroso y se caracterizaron no sólo por la búsqueda de los medios para vivir, sino también por la defensa y la promoción de su idioma y su cultura, proscritos en la España franquista. La producción de libros y revistas en Francia, México y demás países donde se exiliaron ayudó a salvaguardar y promover la identidad nacional catalana, creando también y sin tener la intención un sistema literario de exilio.
El estudio de las revistas catalanas del
exilio es primordial para conocer los pasos de dicha comunidad. Cómo dice el
historiador Françoise Dosse, las revistas son “[…] un estado del sistema
literario: el crudo, primario, reflejo, en agraz o tentativo, instintivo. Lo es
todo (o preténdelo) respecto a un grupo a
una época;”[1]
Y su estudio o consulta nos pueden ayudar a armar un sistema literario
integrado por las ideas de una época, los autores, el entorno en el que estos
vivían, sus obras, los grupos, los procesos editoriales y de impresión, las
redes de distribución y circulación, el lectorado, los géneros, otros órganos
de expresión, la promoción, los concursos literarios, otras expresiones culturales producidas; entre
otros muchos elementos.[2] Son un instrumento de
estudio, de acercamiento y de comprensión, en este caso, del fenómeno catalán
en el exilio.
Las
revistas promotoras de la identidad nacional
La importancia de las publicaciones
periódicas, también radica en la función que desempeñaron dentro de la
comunidad catalana exiliada. Su creación, la participación de los autores en
las distintas revistas, el escribir y expresarse en catalán, su distribución y
la lectura de las mismas, así como la interacción de la comunidad con éstas, a
través de las suscripciones, correspondencia y réplicas. Extendió las fronteras
de Catalunya hacia México y en todos los países donde hubo presencia catalana,
creó una dinámica dentro de la comunidad de intercambio de ideas y de promoción
de la nación, aún fuera del territorio físico. Porque en ellas es común
encontrar aquellos temas que alimentan el imaginario nacional, como son: la
evocación de los paisajes de la patria, la exaltación del uso del idioma
proscrito, la repetición de los episodios nacionales y la promoción del
calendario cívico, el recuerdo de los héroes, de los poetas, de los pensadores
y de los forjadores de la patria. También se fomentó la cultura catalana a
través de las actividades y festejos de
la comunidad, así como a través del
ejercicio literario, científico y
artístico. Los temas de la guerra, la derrota y el exilio sirvieron para
exaltar aún más la identidad nacional, tomando a la adversidad como aliciente
para fortalecerla y arraigarla con mayor fuerza. En las revistas se ha quedado
grabado el registro de los acontecimientos políticos del exilio y con ellos las
manifestaciones de apoyo y desacuerdo. Fueron foros de discusión, de aprobación
y de crítica; se expresaron las esperanzas hacia el futuro y las desilusiones
ante los acontecimientos adversos para Catalunya. En definitiva fueron
instrumentos de promoción nacional.
México fue el espacio físico donde los
catalanes pudieron continuar su vida y el exilio el espacio espiritual donde se
quedaron grabadas e impresas todas sus expresiones ideológicas, políticas,
literarias y culturales. Las revistas
catalanas forman parte no de la historia de México ni de Catalunya, sino de la historia del exilio.
Fuentes:
Fuente
Hemerográfica.
D. Smith, Anthony, “Conmemorando a los muertos,
inspirando a los vivos, Mapas, recuerdos y moralejas en la recreación de las
identidades colectivas” en Revista
Mexicana de Sociología, México, IIS-UNAM; enero-marzo 1998.
Fuentes
Bibliográficas.
Anderson, Benedict, Comunidades Imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo, México, Fondo de Cultura Económica, 2005.
Curiel Defossé, Fernando, sigloveinte@lit.mx, Amplio tratado de perspectiva
generacional., México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2008.
Dosse, François, La
marcha de las Ideas. Historia de los intelectuales, historia intelectual.,
Valencia, Universitat de València, 2007.
Férriz Roure, Teresa, La edición catalana en México,
Jalisco, Colegio de Jalisco, Generalitat de Catalunya y Orfeó Català de Mèxic,
1998.
D. Smith, Anthony, La Identidad nacional, Madrid, Trama Editores, 1997.
Tesis
Galí Flores, María de Núria, Revista dels Catalans d’Amèrica, Full
Català, Quaderns de l’Exili y Lletres, cuatro revistas del exilio republicano
catalán en México (1939-1948), México, División de Estudios de Posgrado en
Historia, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de
México, 2013.
1 comentario:
Muy interesante que un medio de comunicación con "temporalidad limitada" sea hoy testimonio vivo del nacionalismo que trasciende no sólo fronteras sino tiempos y épocas. Felicidades por este bien logrado texto.
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