JUÁREZ,
EL REPUBLICANO
Claudia Espino Becerril[1]
Este
libro —dirigido a los alumnos de Educación Básica— fue publicado por encargo de
la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, con motivo del bicentenario
del nacimiento de Benito Juárez; es uno de los textos más recientes de la
doctora Josefina Zoraida Vázquez —reconocida especialista en estudios del siglo
XIX—.
El
libro consta de nueve capítulos; tres apéndices: dos de ellos están compuestos
por cartas de Juárez —una dirigida a Matías Romero y la otra a Maximiliano—, y
el otro es una transcripción de los bienes que poseía don Benito antes morir;
asimismo, se incluyen las fuentes de la iconografía incluida y un índice
onomástico y temático.
La
autora inicia con una breve semblanza de lo que ha sido hasta hoy don Benito
Juárez, figura controversial, símbolo de la defensa de los principios liberales
y la soberanía nacional, que traspasó fronteras llevándolo al reconocimiento
como el “Benemérito de las Américas”. Juárez —como señala— vivió una época en
la que se estaba construyendo el Estado mexicano; de ahí que el texto obedezca
justamente a esa necesidad; es decir, el establecimiento de un paralelismo de
su vida con los acontecimientos más relevantes del acontecer histórico de buena
parte del siglo XIX.
La
historiadora narra cómo es que deja su pueblo natal para incorporarse al
Colegio Seminario de Oaxaca, donde tomaría sus primeras enseñanzas; pero
también como éste no cumpliría con sus expectativas, sus inclinaciones e
ideales liberales —de alguna manera toma conocimiento de las ideas provenientes
de la guerra de Independencia—, se integra a un colegio civil, al recién creado
Instituto de Ciencias y Artes —atacado sobre todo por los militantes
conservadores—.
Una
de las características de este libro es el tono breve y conciso para contar los
acontecimientos, pues en un capítulo resume una de las épocas de mayor
vulnerabilidad que han dolido a México, la pérdida de Texas y la ocupación de
la Ciudad de México por tropas estadounidenses. Asimismo, la autora describe la
carrera de Juárez, iniciando con el ejercicio de su profesión —la abogacía—;
para 1838 ya ingresaba en la política como secretario del Tribunal Superior de
Justicia. Para 1845, con experiencia suficiente, lanzó su candidatura como diputado
a la Asamblea Legislativa de Oaxaca y, aunque ganó, no fructificó; pero le
abrió las puertas a otros cargos como ser gobernador de su estado. Juárez, como
militante liberal, se destacó por tomar sus distancia con la Iglesia, sobre
todo cuando ocupó la Suprema Corte de Justicia con Comonfort, en la presidencia
y el decreto de las Leyes de Reforma con el fin de someter a la Iglesia al
poder civil. El trabajo de la autora nos introduce en la serie de altibajos que
enfrentó el presidente Juárez cuando se vio amenazada no sólo la estabilidad
del país, sino la soberanía nacional ante gobiernos extranjeros que habían
posado sus ojos oportunistas en la nación que estaba dibujando la ruta por
donde caminaría; así, las luchas entre conservadores y liberales estaban
impregnadas de estos aromas. Una expresión de ello es la llegada de
Maximiliano, quien llegó a representar una amenaza para los conservadores pues,
a pesar de todo, compartía algunos principios con Juárez. En otros casos, no
había mucho que hacer, y se tuvieron que tomar decisiones y hacer concesiones
no muy ventajosas para nuestro país.
En
la cuestión de planeación para el país, que Juárez tenía, la autora señala que
eran nítidamente liberales, le interesaba promover la educación, promover las
ramas de la economía con inversiones extranjeras y construir comunicaciones,
metas nada ajenas a nuestro presente. Pero también quería el poder, por lo
menos mantenerlo hasta sentar bases firmes al sistema constitucional y
consideraba fundamental lograr que los tres poderes federales tuvieran un peso
equilibrado, para lo cual era necesario restaurar el Senado y equilibrar las
competencias del gobierno federal y de los estados. A partir de 1870 su salud
se fue minando y se vio afectada aún más después de la muerte de su esposa en
1871, que lo postraría para siempre en 1872.
Sin
duda, la vida de don Benito Juárez estuvo llena de sobresaltos, no sólo en su
carrera política, sino a nivel personal; la autora destaca las varias veces que,
como presidente de la República Mexicana, tuvo que cambiar su residencia.
[1]
Reseña publicada por Palabra de Clío. Revista de divulgación
histórica, Año 1. Número 1 Primavera 2007, México, D.F., pp. 127-129.
19 comentarios:
👍 interesante muy bueno
XD
Awebo ya tengo mi reporte de lectura
Lista la pinche tarea 😎
Yo no acabe de leer el pinche libro de mrd
Como puedo adquirir edte genial libro?
Ya acabe la pt tarea
Arriba el America hdspm
🤣🤣🤣
Yo si lo conseguí lo puedes comprar o conseguir en una biblioteca
Tarea termanada
Leído 😸
Cual es la.edicio
por fin acabé, ahora si a jugar fri fayer
fme aburri
Gracias a esta información me van a subir la calificación jkjkjkjjjjljkjkjkjkjkjkjkjkjk
Yo tampoco jkjkjkjjjjljkjkjkjkjkjkjkjkjk
yo tampoco xd
Yo menos
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