martes, 25 de junio de 2019

Concurso tesis 2019, Proyectos de tesis seleccionadas por el Jurado Calificador llevado a cabo el pasado sábado 22 de junio’ 2019

Proyectos aprobados por el Consejo Académico de "Palabra de Clío", durante la sesión del 22 de junio de 2019. Los ganadores deberán enviar los avances de sus tesis a María Amanda Cruz: mariacruzmar@hotmail.com, como máximo antes del tercer domingo de cada mes, a partir del 16 de julio de 2019 y esperar confirmación de recibido por el mismo medio.
Los premiados cobrarán sus mensualidades mediante depósito bancario de Fundación UNAM, A. C., por lo que deberán buscar la coordinación de Martha Román (marthadelvillar@yahoo.com.mx), para realizar su trámite. Se tendrá un máximo de 12 meses para cobrar su premio en diez pagos de mil pesos cada uno. Los premiados deberán escribir y publicar un artículo sobre el contenido de su tesis en la Revista Diacronías antes de cobrar su séptimo pago (ver Normas Editoriales en la página web de la Asociación). Dicho texto deberán enviarlo a María Amanda Cruz (mariacruzmar@hotmail.com), y hasta que sea aprobado por el editor de la revista, no se les podrá pagar ningún avance. Asimismo, podrán participar en el concurso de publicación de tesis premiadas, cuya convocatoria recibirán después de finalizar su trabajo. Un representante del jurado se comunicará con los autores de los proyectos no aprobados.
Los proyectos aprobados son los siguientes:

Folio
Nombre
Título
 1.
2019-01
Brenda Carolina Moctezuma Roa
Fiesta de Santos, diversión de mundanos. Las fiestas patronales, el espejo social. Las fiestas patronales durante la República Restaurada (1867-1876)
2. 
2019-02
Samuel Jiménez Cruz
La construcción de la santidad de Luis IX en las obras de Godofredo de Beaulieu, Guillaume de Saint Pathus y Guillaume de Nangis, 1273-1279
3.
2019-04
Rogelio Cuevas Papalotzin
Restricción de la vida nocturna en la Ciudad de México durante la regencia de Ernesto P. Uruchurtu, El Excélsior y Magazine de Policía
4. 
2019-05
Bruno Suárez Delgado
La Colecturía de diezmos de Cuautitlán: aplicaciones y continuidad 1770-1820
5. 
2019-06
Ayamel Fernández García
Utopía, energía y conservación: Impactos socioambientales del sistema hidroeléctrico en la cuenca de Necaxa, en la Sierra Norte de Puebla (1895-1938)
6. 
2019-07
Pablo González Elizalde
El Seminario de Historia de las Mentalidades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), introducción, institucionalización y desarrollo de una corriente historiográfica en México (1978-1986)
7.
2019-08
Erandi Itzel Cañada Sánchez
Los enemigos del movimiento estudiantil de 1968 en la Ciudad de México. Un análisis del discurso en los impresos del Consejo Nacional de Huelga
8.
2019-09
María Cecilia Díaz Canseco
Jinetes paganos ante soldados de Dios: la imagen de los apaches en las relaciones de los misioneros jesuitas germanos del Norte Novohispano
9.
2019-11
Mtro. Arcángello Rafael Flores Hernández
El Título Nija’ib’: una perspectiva diacrónica y sincrónica sobre los manuscritos de San Vicente Buenabaj, Guatemala
10. 
2019-12
Alberto Orlando Barreto Becerril
Luis Buñuel y el Neorrealismo italiano. El caso de Los Olvidados, México, 1950
11. 
2019-15
Daniel Alejandro Domínguez Cruz
Tradiciones musicales familiares en la configuración de la marimba en Chiapas, San Bartolomé de los Llanos y San Cristóbal de las Casas (1850-1921)
12. 
2019-18
Leslie Carolina Correa González
La nación y la construcción sociocultural de la masculinidad en El Zarco e Historia de Chucho el Ninfo
13.
2019-20
Mayra Karen Diaz Mijangos
Contra la herética pravedad y apostasía: blasfemos procesados por Fray Juan de Zumárraga, 1536-1543
14. 
2019-21
Ivonne Mariana Galicia García
Emociones y naturaleza humana en la historia de la guerra del Peloponeso de Tucídides
15.
2019-22
Arelia Zayary Leyva Ponce
Las cofradías en la construcción de lo sagrado y lo profano en el Real de minas de Taxco 1625- 1776

sábado, 22 de junio de 2019

Reseña. LOS NARRADORES DE AUSCHWITZ


LOS NARRADORES DE AUSCHWITZ
Rafael Luna[1]




¿Cómo narrar lo indescriptible? ¿Cómo hablar de lo inenarrable?, problema no sólo ético ni estético que confrontaron los sobrevivientes de los campos de concentración alemanes al terminar la Segunda Guerra Mundial. La maldición de los SS era contundente: “ninguno de vosotros quedará para contarlo, pero incluso si alguno de vosotros lograra escapar, el mundo no lo creería (...) la gente dirá que los hechos que contáis son demasiado monstruosos para ser creídos (...) La historia del Lager seremos nosotros quienes la escribamos”.
Así, mientras Víctor Frankl desarrollaba estrategias para darle sentido al sufrimiento —y que luego formaron parte de lo que llamó “logoterapia”—; otros se exigieron en principio vivir, vivir para contar lo sucedido. Ello dio lugar a una colección de testimonios, crónicas y novelas que Esther Cohen propone llamar “literatura concentracionaria nazi”, género nuevo, corriente atípica de textos sobrevivientes que luchan contra enemigos peores aun que los nazis: el silencio y el olvido. Producto de esta lucha son Si esto es un hombre y Los hundidos y los salvados, de Primo Levi; Lo que queda de Auschwitz, de Giorgio Agamben; Levantar la mano sobre uno mismo; de Jean Améry; LTI. La lengua del Tercer Reich, de Víctor Klemperer, La peste, de Albert Camus; y todas las novelas de Imre Kértesz.
En este libro, Esther Cohen hace una somera revisión de los autores y textos principales de una literatura testimonial, con Primo Levi en primerísimo lugar, que entre otras cosas denuncia algo que frecuentemente soslayamos: la barbarie nazi fue un producto muy acabado de la Occidente, de ninguna manera una excepción; la civilización occidental lo engendró, lo incubó y luego ya no lo pudo controlar; de ahí la culpa ante el silencio cómplice que la “civilización” guardó ante lo que sucedía en los campos de concentración.
Pero Esther Cohen es filóloga, y por ello sensible a un problema fundamental en la literatura testimonial: ¿cómo convertir en palabras una experiencia? Si Levi-Strauss ya nos había enseñado que la historia es una forma de ficción y que no podemos aspirar a la objetividad pura y absoluta, ¿cómo asumieron autores como Imre Kértesz, Victor Klemperer o Jean Améry esa dosis de subjetividad que necesariamente implica la organización de un texto escrito? Así, la autora aborda los diferentes problemas éticos y estéticos, pero también semiológicos y literarios presentes en la lectura de estos testimonios, problema estético que no es exclusivo de la literatura de Auschwitz.
Mención aparte merece el análisis de un cuento de Kafka “En la colonia penitenciaria”, texto escrito unos 25 años antes de los campos de concentración, pero en el que Kafka prefigura la barbarie nazi, porque los elementos que le dieron origen ya estaban presentes en la Europa de la primera postguerra, y si nos apuramos un poco, desde un siglo antes; la intolerancia, el racismo, esa tendencia totalitaria que discrimina lo diferente, lo “inferior”; y que además es capaz de matar por método, sin odio.
Y sin embargo, lo más valioso de este libro no es el recuento del pasado, sino la memoria del porvenir. Si algo demuestra Esther Cohen —en particular con el texto de Kafka— es que Auschwitz es producto de nuestro sistema capitalista, que tiene en la globalización su fase de desarrollo más acabada; y las condiciones que generaron los campos de concentración siguen presentes en la sociedad de nuestros tiempos: la guerra de limpieza étnica que Serbia inició a la disolución de Yugoslavia durante los años noventa, la persecución contra todo lo que suene a árabe después del 11 de septiembre del 2001; las fotos de las torturas a los soldados iraquíes en la prisión norteamericana de Guantánamo o la polarización a la que se sometió la sociedad mexicana durante el proceso electoral del 2006 son pequeñas evidencias que demuestran que el sustrato de donde salieron los nazis no murió en los juicios de Núremberg y que, después de la caída del muro de Berlín, se ha fortalecido. La globalización lleva consigo una nueva discriminación; al igual que en el cuento de Kafka, las señales están ahí para quien quiera verlas. Rafael Luna
Cohen, Esther. Los narradores de Auschwitz México, Finneo, 2006.


[1] Reseña publicada por Palabra de Clío. Revista de divulgación histórica, Año 1. Número 1 Primavera 2007, México, D.F., pp. 130- 132.

Reseña. JUÁREZ, EL REPUBLICANO










JUÁREZ, EL REPUBLICANO
Claudia Espino Becerril[1]
Este libro —dirigido a los alumnos de Educación Básica— fue publicado por encargo de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, con motivo del bicentenario del nacimiento de Benito Juárez; es uno de los textos más recientes de la doctora Josefina Zoraida Vázquez —reconocida especialista en estudios del siglo XIX—.
El libro consta de nueve capítulos; tres apéndices: dos de ellos están compuestos por cartas de Juárez —una dirigida a Matías Romero y la otra a Maximiliano—, y el otro es una transcripción de los bienes que poseía don Benito antes morir; asimismo, se incluyen las fuentes de la iconografía incluida y un índice onomástico y temático.
La autora inicia con una breve semblanza de lo que ha sido hasta hoy don Benito Juárez, figura controversial, símbolo de la defensa de los principios liberales y la soberanía nacional, que traspasó fronteras llevándolo al reconocimiento como el “Benemérito de las Américas”. Juárez —como señala— vivió una época en la que se estaba construyendo el Estado mexicano; de ahí que el texto obedezca justamente a esa necesidad; es decir, el establecimiento de un paralelismo de su vida con los acontecimientos más relevantes del acontecer histórico de buena parte del siglo XIX.
La historiadora narra cómo es que deja su pueblo natal para incorporarse al Colegio Seminario de Oaxaca, donde tomaría sus primeras enseñanzas; pero también como éste no cumpliría con sus expectativas, sus inclinaciones e ideales liberales —de alguna manera toma conocimiento de las ideas provenientes de la guerra de Independencia—, se integra a un colegio civil, al recién creado Instituto de Ciencias y Artes —atacado sobre todo por los militantes conservadores—.
Una de las características de este libro es el tono breve y conciso para contar los acontecimientos, pues en un capítulo resume una de las épocas de mayor vulnerabilidad que han dolido a México, la pérdida de Texas y la ocupación de la Ciudad de México por tropas estadounidenses. Asimismo, la autora describe la carrera de Juárez, iniciando con el ejercicio de su profesión —la abogacía—; para 1838 ya ingresaba en la política como secretario del Tribunal Superior de Justicia. Para 1845, con experiencia suficiente, lanzó su candidatura como diputado a la Asamblea Legislativa de Oaxaca y, aunque ganó, no fructificó; pero le abrió las puertas a otros cargos como ser gobernador de su estado. Juárez, como militante liberal, se destacó por tomar sus distancia con la Iglesia, sobre todo cuando ocupó la Suprema Corte de Justicia con Comonfort, en la presidencia y el decreto de las Leyes de Reforma con el fin de someter a la Iglesia al poder civil. El trabajo de la autora nos introduce en la serie de altibajos que enfrentó el presidente Juárez cuando se vio amenazada no sólo la estabilidad del país, sino la soberanía nacional ante gobiernos extranjeros que habían posado sus ojos oportunistas en la nación que estaba dibujando la ruta por donde caminaría; así, las luchas entre conservadores y liberales estaban impregnadas de estos aromas. Una expresión de ello es la llegada de Maximiliano, quien llegó a representar una amenaza para los conservadores pues, a pesar de todo, compartía algunos principios con Juárez. En otros casos, no había mucho que hacer, y se tuvieron que tomar decisiones y hacer concesiones no muy ventajosas para nuestro país.
En la cuestión de planeación para el país, que Juárez tenía, la autora señala que eran nítidamente liberales, le interesaba promover la educación, promover las ramas de la economía con inversiones extranjeras y construir comunicaciones, metas nada ajenas a nuestro presente. Pero también quería el poder, por lo menos mantenerlo hasta sentar bases firmes al sistema constitucional y consideraba fundamental lograr que los tres poderes federales tuvieran un peso equilibrado, para lo cual era necesario restaurar el Senado y equilibrar las competencias del gobierno federal y de los estados. A partir de 1870 su salud se fue minando y se vio afectada aún más después de la muerte de su esposa en 1871, que lo postraría para siempre en 1872.
Sin duda, la vida de don Benito Juárez estuvo llena de sobresaltos, no sólo en su carrera política, sino a nivel personal; la autora destaca las varias veces que, como presidente de la República Mexicana, tuvo que cambiar su residencia.


[1] Reseña publicada por Palabra de Clío. Revista de divulgación histórica, Año 1. Número 1 Primavera 2007, México, D.F., pp. 127-129.

lunes, 10 de junio de 2019

Un recorrido por las iglesias de la colonia Santa María la Ribera


RESEÑA.
 Un recorrido por las iglesias de la colonia Santa María la Ribera
Viridiana Olmos[1]


Se dice que recordar es volver a vivir y esto también se aplica a la lectura. Releer un artículo contenido en la primera publicación de Palabra de Clío A.C. y publicado hace doce años da idea de que el trabajo de historiar no se detiene. Así la calidad de la revista y sus colaboradores continúan creciendo.
En esta ocasión se decidió presentar la reseña del texto escrito por Viridiana Olmos pues ha sido colaboradora en Palabra de Clío A.C. desde su creación hasta la fecha. Entrando en el tema que trata la autora en su artículo, inicia con una ubicación espacial de la Colonia Santa María la Ribera y una breve descripción histórica de la misma que fue habitada, en sus inicios, por pequeños empresarios, profesionistas, e intelectuales y, al mismo tiempo, se le considera como el primer fraccionamiento de la ciudad. Para Olmos la colonia posee una verdadera atmosfera de barrio viejo en donde conviven comercios familiares con viejas casonas. Así pues, los primeros fraccionadores de la colonia en cuestión se comprometieron a edificar iglesia, mercado y escuela.
Bajo esas condiciones la construcción de las dos primeras iglesias data de 1906 y estuvieron a cargo de los Padres Josefinos estas fueron la Iglesia de la Sagrada Familia (estilo bizantino) y la Parroquia del Espíritu Santo una edificación más la constituye la conocida Capilla de María Reparadora (estilo gótico). La primera cayó un tanto en el olvido y en la década de 1960 fue objeto de una cuidadosa restauración y en su interior queda de relieve su órgano y sus  bellos murales. La fundación de la Capilla de María Reparadora estuvo a cargo de la orden religiosa María Reparadora bajo la visión de ser poseedoras de un espacio más amplio para llevar a cabo sus labores.
Olmos escribe que la colonia fue en declive y fue olvidada pero en la actualidad los vecinos y autoridades se han encargado de revalorar la historia del barrio y se recuperan edificios de gran valor arquitectónico. La historia también se vales de los barrios para escribirse.


[1] Palabra de Clío. Revista de Divulgación Histórica, Palabra de Clío A.C.,  México, D.F., Año 1. Número 1, Primavera 2007, pp. 83-88.

sábado, 8 de junio de 2019

Diacronías 21


EDITORIAL.
En esta ocasión se presenta el editorial de Diacronías 21[1] para hacer una invitación a su lectura cuyo contenido se encuentra en su totalidad presentado por la página electrónica de www.palabradeclio.com en formato PDF al que se puede acceder de manera gratuita ya que el objetivo es promover la cultura histórica en base a artículos de diferentes temas en la materia y que se espera sean de interés para todos los estudiosos de la historia.
Así pues, entrando en materia el primer artículo de la revista fue realizado por Claudia Espino que hace un recorrido sobre la masculinidad y su relación con los temas literarios del siglo XIX tomando como base de su investigación a autores como Manuel Payno e Ignacio Manuel Altamirano. Para Espino las  masculinidades pueden ser las que detentan el poder y las marginadas lo que la lleva a determinar que, de esta manera, unas son “hegemónica” y las segundas “subordinadas”.
A continuación, Mabel Alejandra Valle Muñoz realiza su investigación basándose en “el último emperador pagano…”, Flavio Claudio Juliano que se autonombró el salvador de las viejas creencias romanas y, en consecuencia, se convirtió promovió la tolerancia de las distintas religiones.
Olivia Domínguez Prieto traslada su estudio a la llamada “peste negra”, desde su aparición en Egipto durante el siglo IV y su expansión por Alejandría, Palestina hasta llegar a Europa y, para el año 580, arribó a las costas de Italia y de ahí a Francia y España. Después de esta década las epidemias disminuyeron su presencia territorial pero se hicieron más frecuentes, pues entre 608 y 750 tuvieron lugar nueve epidemias más. Ya en el año 1347 tiene lugar la llamada “Gran Peste Negra” originada en Asia y llegó a Europa a través de las rutas comerciales que transitaban tanto por tierra como por el mar Mediterráneo. Así pues, Domínguez pone en claro que la “peste” ha sido una de las epidemias más devastadoras en la historia de la humanidad.
José Francisco Vera Pizaña hace un estudio historiográfico sobre los avances en la tecnología militar y como estos llevaron al poder a los llamados Estados Modernos. La aparición de la teoría militar tiene su origen posterior a la Segunda Guerra Mundial y uno de los creadores fue Michael Roberts con su obra The Military Revolution (1560-1660) en ella expone la influencia de los avances militares en la consolidación de los estados absolutistas. Continuando con las obras escritas sobre el tema Vera Pizaña enfatiza el cómo los citados avances militares también tienen una gran influencia en la política, en la vida social. Asimismo, la utilización de la nueva artillería llevó a la arquitectura la necesidad de elaborar nuevas edificaciones capaces de contener los ataques y, en consecuencia, el poder de los ejércitos aumentó lo que dio origen a un aumento en los impuestos que crearon los estados absolutistas. La llamada “Revolución Militar” se constituye en una importante fuente de estudio de los ejércitos y su participación en la historia de la humanidad.
Ana Karen Luna Fierros realiza su trabajo basada en el siglo XVIII mexicano y la manera en como el arzobispado vio con desconfianza lo que se denominó “prácticas vanas” o “supersticiones” y es en este siglo que tanto la Corona como la Iglesia elaboran nuevas formas para legislar sobre estas actividades. Dos instituciones, en particular, se encargaron de juzgar los actos en contra de la fe: el Provisorato de Fe de Indios y Chinos y el Tribunal Santo Oficio; el primero juzgaba a los indios y el segundo se encargaba de los casos de los peninsulares y las castas. Líneas adelante, Luna Fierros realiza un aporte sobre la forma de ver la superstición de Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino. Al paso del tiempo, en el mismo siglo XVIII toda actividad considerada como hechicería o idolatría por parte de la Iglesia pasó a ser parte de las supersticiones cuyo origen era la ignorancia. Así, Luna Fierros abre un campo para el estudio del pensamiento mágico durante el siglo XVIII colonial.
Bajo el mismo siglo XVIII Mariam Saada y Daniela Márquez llevan a cabo un estudio de un juicio realizado por la Santa Inquisición en contra de la Iglesia católica representada, en este caso, por el padre Miguel Thorres por un texto supuestamente escrito en hebreo y como testigo en su contra estaba Diego Lloredo y Candia quien afirmaba que su conocimiento de la lengua y escritura hebrea le permitía emitir el juicio en contra del citado padre. En su defensa Miguel Thorres argumenta que dicho documento le fue entregado en confesión. Para reforzar su investigación Saada y Márquez presentan el documento en cuestión escrito en árabe y su traducción al español en la que no se encuentra blasfemia o preferencia religiosa y así concluyen que en el siglo XVIII era común confundir entre árabes, judíos o musulmanes.
Por su parte, Luisa Miranda García analiza la posición del periódico La opinión y su relación con lo nacional e internacional entre los años 1924-1940. Este diario se fundó en la Ciudad de Puebla en 1924 y en 1931 se une a la Prensa Asociada de carácter católico con lo que la publicación se declara “de ideología católica y pro-gobiernista”. En 1928 la publicación se mostró antiestadunidense por su ataque a Nicaragua pero durante la segunda Guerra Mundial apoyó la intervención de los Estados Unidos en el conflicto y a los aliados con excepción de la URSS pues el diario se declaraba anticomunista. En el terreno nacional, La Opinión, se declaraba a favor del gobierno y de la religión católica. Hoy en día el periódico sigue vigente en el estado de Puebla.
En el mismo siglo XX Lourdes Rubí Jiménez Cruz titula su artículo “Maestros y misiones culturales en la institucionalización de la enseñanza de las danzas populares en México en 1932” y parte de la premisa de que las misiones debían actuar, sobre todo, en las zonas rurales del país que habían sufrido el embate de la revolución. Ya en 1932 Narciso Bassols integro al plan a los profesores de educación física y artes populares y con ellos contribuir al desarrollo del folklore y de esta manera fomentar el desarrollo económico. Jiménez escribe que la principal actividad de las misiones fue la danza teniendo como objetivo su profesionalización. Por otra parte, los principales estados en los que centra su estudio son: Michoacán, Nuevo León y, en especial, Oaxaca. Las misiones culturas también persiguieron el crear una identidad nacional en la que se encontraran inmerso diferentes grupos sociales. Al paso del tiempo, Bassols renunció a su cargo y la promoción e investigación de la danza folklórica tuvo un descenso significativo pero en la actualidad se ha recuperado tanto la investigación como la práctica dancística.
En un estudio de género, Georgina Pompa Alcalá analiza la participación de en la diplomacia mexicana de la primer mujer mexicana embajadora en Colombia y Dinamarca. Para Pompa Alcalá, Palma Guillén se convirtió en la primera embajadora gracias a las políticas inclusivas del gobierno de Lázaro Cárdenas y es este presidente quien nombra a Palma Guillén, en 1935, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Colombia y, de esta manera se convirtió no solo en la primer embajadora mexicana sino de toda Latinoamérica. En 1936 es nombrada Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Dinamarca. Durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho fue Ministro Consejero en Cuba y para 1950 laboró en la Agenda Cultural de México en Italia, asimismo, en la década de 1960 fue representante mexicana ante la UNESCO. Desgraciadamente, Palma Guillén perdió la vida en un trágico accidente en 1975 y así quedó escrita la historia de la primera mujer latinoamericana en ocupar puestos diplomáticos a los que solo podían acceder los hombres.
Jesús Cabrera es el autor del artículo “El carácter historicista de los topoi y los motivos literarios. Un análisis de Talpa de Juan Rulfo”. Los tópicos, para Cabrera, tiene varias características que van desde ser un lugar común en los que se trataba las cuestiones de justeza, lo correcto y sus contrarios, es decir, injusto equivocado, además, también comprenden la virtud y alabanza. Al ser lugares comunes, los tópicos se relacionan con las memorias individuales y colectivas lo que los convierte en un sujeto de historia. En lo que se refiere al cuento de Juan Rulfo: Talpa en que aparecen, según Cabrera, ideas de colectividad social que son ubicados en un espacio y tiempo determinado se constituyen en temas de estudios históricos, sin dejar de lado la objetividad de la investigación del arte escrito.
A finales de la década de 1980, el presidente Carlos Salinas de Gortari creó el Programa Nacional de Solidaridad que para ser promocionado se recurrió a la publicación de folletos en los que se buscaba la participación de la sociedad en una variada gama de actividades, es bajo este tema que Noé Daniel Sosa Santos titulando su texto “El papel de los folletos como promotores de la participación en el Programa Nacional de Solidaridad” para el autor, la publicación de los folletos contribuyó a disminuir la tensión entre la sociedad que no tenía la mas mínima confianza en el gobierno. Con el análisis de tres folletos publicados durante el gobierno de Salinas queda claro que cumplieron, en parte, su objetivo y la sociedad se integró al Programa Nacional de Solidaridad para mejorar los niveles de vida en la nación.
Marco Fabrizio Ramírez realiza una muy interesante reseña sobre la obra de  María Antonia Gutiérrez, El ama de casa o sea guía de la mujer bien educada y, sobre todo, dedica sus líneas al uso de las llamadas tarjetas de presentación que, según Gutiérrez, deben contener determinada información dependiendo del género, la profesión, el estado civil e incluso, si se poseía, el grado militar. También se podían usar para agradecer alguna acción e incluso dar el pésame por la pérdida de un ser querido. Las tarjetas de presentación son o fueron usadas en diferentes partes del mundo y en cada una las costumbres de utilizarlas eran distintas. Fabrizio Ramírez finaliza con una frase que invita a la reflexión: “Personalmente prefiero un exceso de educación que su completa ausencia” refiriéndose al buen uso de las tarjetas de presentación.
Queda hecha la invitación para acceder a www.palabradeclio.com y aprender disfrutando las diferentes lecturas que en ella se ofrecen


[1]  Revista número y publicada:  Año 12, número 21,  abril 2019 por Palabra de Clío, CDMX,  pp. 6-16.

martes, 4 de junio de 2019

Los líderes del Consejo Nacional de Huelga (CNH) a 50 años de distancia del movimiento estudiantil de 1968


RESEÑA.
Los líderes del Consejo Nacional de Huelga (CNH) a 50 años de distancia del movimiento estudiantil de 1968
Carla Ríos Meza[1]




Carla Ríos Meza inicia su texto reafirmando que el año 1968 es representado como el tiempo en que los estudiantes de todo el mundo se movilizaron cuestionando “…la cultura dominante, la familia, la educación tradicional y los modelos económicos predominantes.”[2] En México, el movimiento estudiantil dio inicio debido a la brutal represión por parte del estado a una serie de enfrentamientos entre alumnos de diferentes instituciones educativas. A partir de esas acciones la fuerza del gobierno se utilizó indiscriminadamente para sofocar cualquier manifestación en contra del estado.
Es así que en 1968 los jóvenes estudiantes se unen bajo un pliego petitorio  de seis puntos cuyas demandas, básicamente, eran políticas democráticas, la renuncia de los responsables de la represión que se ejerció durante los primeros días del movimiento que había conseguido un gran apoyo popular y, al mismo tiempo, se dieron diferentes formas de organización tanto disidente como política. Para Ríos Meza el movimiento estudiantil de 1968 fue un parteaguas por su forma de criticar un sistema de gobierno autoritario y de los modelos tanto políticos como ideológicos mundiales.
Ahora bien, ¿qué fue de los líderes estudiantiles que constituyeron el Consejo Nacional de Huelga (CNH) después de los hechos sucedidos el dos de octubre de 1968? Ríos escribe que algunos de ellos fueron encarcelados para después ser exiliados y otros partieron a realizar estudios becados tanto a Europa como a países de América Latina, unos más formaron parte del aparato gubernamental desde las diferentes cámaras hasta altos cargos en distintas dependencias estatales. Previamente algunos de los representantes del CNH habían pertenecido o formado parte en congresos estudiantiles, sociedades de alumnos e incluso se hallaban afiliados al Partido Comunista Mexicano (PCM) o a la Juventud Comunista.
La autora reflexiona, posteriormente, sobre el movimiento estudiantil y lo que ha acontecido cinco décadas después con algunos de los integrantes del CNH de quienes  hace una pequeña semblanza referente a las actividades políticas o sociales que realizaban previo al año 1968 y posterior al mismo. Para Ríos Meza los líderes del CNH tomaron diferentes caminos, así, unos se integraron a la política estatal y en la década de 1970 participaron en programas asistenciales elaborados por el estado para, posteriormente formar parte importante del PRI, otros fundaron partidos políticos para poder acceder a la democracia, realizaron actividades de lucha sindical y social. Asimismo, muchos de ellos dedicaron su esfuerzo a la formación, estructuración y consolidación de modernos modelos educativos bajo los cuales se crean los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Sistema Universidad Abierta (SUA).  Es así que el movimiento de 1968 sigue vigente y exige nuevas investigaciones que permitan acceder a las demandas de cambios y justicia social para todos los integrantes de la sociedad.



[1] Diacronías, Palabra de Clío A.C., CDMX,  año 12, número 20, enero 2019, pp. 135 – 147.
[2] Carla Ríos Meza,” Los líderes del Consejo Nacional de Huelga (CNH) a 50 años de distancia del movimiento estudiantil de 1968”, en Diacronías, Palabra de Clío A.C., CDMX,  año 12, número 20, enero 2019, pp. 135.



1968: ¿el clavo que cerró el ataúd de la izquierda?


RESEÑA.
1968: ¿el clavo que cerró el ataúd de la izquierda?  Raúl Domínguez Martínez.[1]



Para Raúl Domínguez el año 1968 estuvo marcado por una serie de eventos que tuvieron su origen en la Universidad de Nanterre en Francia, cuando los estudiantes ocuparon algunas instalaciones del plantel a este movimiento de protesta se unieron, tiempo después, los trabajadores del transporte, sindicatos y varias de las fábricas más importantes del país. Bajo esas circunstancias, los “rebeldes” se enfrentaron al orden público con piedras y “convirtieron sus universidades en trincheras”. Al mismo tiempo, 1968 se relaciona en la actualidad,  según el autor, “… rebeldía, insubordinación, movilización, etc.”. Y hoy en día, en Francia se dan movimientos sociales que, posiblemente, se alientan en el histórico “Mayo Francés”.
Así pues, el 68 se convierte en un año en el que las protestas y actos de rebeldía de la actualidad tienen como referente las acciones acontecidas en ese año. A la par de estas reflexiones, Raúl Domínguez dice que el año 1968 se constituyó en un tiempo de enorme influencia histórica, dinámico en el que grandes transformaciones tuvieron lugar en la sociedad, también fue el momento en el cual algunos valores y maneras de ver la vida fueron trastocados por medios y actitudes de inconformidad. En esa vorágine de acciones de protestas se incluyó a la Iglesia Católica que vio amenazada su jerarquía debido a la aparición de un texto elaborado por un sacerdote suizo titulada Declaración por la libertad de la Teología, que fue leída y aceptada por más de mil estudiosos de la teología en el mundo.
Bajo estas circunstancias, el principal actor subversivo fue la juventud cuyas características estuvieron constituidas por la espontaneidad, la no existencia de líderes formales y la no pertenencia a organizaciones políticas o sociales. Citando a Sartre que dice:

 Hay algo que ha surgido de ustedes que asombra, que trastorna, que reniega de todo lo que ha hecho de nuestra sociedad lo que ella es. Se trata de lo que yo llamaría la expansión del campo de lo posible. No renuncien a eso.[2]
 Domínguez reafirma el papel protagónico de la juventud en 1968 que motivó una serie de cambios sociales y, aún más, para Salvador Allende, dice el autor, el joven debe ser revolucionario y el no serlo es una contradicción biológica.
Por supuesto que la respuesta del sistema imperante no se hizo esperar y la represión violenta hizo su aparición. Sin embargo, el movimiento juvenil de 1968 no fue planeado y hoy deben seguir siendo estudiadas las causas, motivos y consecuencias del mismo, al mismo tiempo de los porqués este se dio de forma casi simultánea en distintas partes del mundo.
En México el movimiento de 1968 se identifica con el mundo juvenil en contra del autoritarismo, los estudiantes fueron los protagonistas, poseedores de un cierto nivel de estudios que les otorgaban la posibilidad de realizar un análisis crítico de las situaciones que se vivían en el país.
Para terminar su artículo Domínguez se apoya en Hermann Bellinghausen que dice en la actualidad “¿Ya somos aquello contra lo que luchamos a los veinte años?” y concluye que el año 1968 en México es una fecha que invita a realizar nuevos análisis por parte de la ciencias sociales y en especial de la historia ya que “… contiene muchos elementos por revelar”.


[1] Diacronías, Palabra de Clío A.C., CDMX,  año 12, número 20, enero 2019, pp. 121-134.
[2] Raúl Domínguez Martínez, “1968: ¿el clavo que cerró el ataúd de la izquierda? en Diacronías, Palabra de Clío A.C., CDMX,  año 12, número 20, enero 2019, pp. 121-134.